Meses de neblina
La única razón por la cual no había vuelto a escribir en este blog es la neblina.
Han sido meses difíciles para mi mente; mi memoria falla, olvido lo que leo, lo que voy a decir, lo que estoy diciendo, lo que voy a hacer, lo que iba a escribir. De hecho, sigue siendo difícil hoy para mi crear oraciones coherentes.
Mientras escribo esta entrada, he releído y corregido porque no confío en los párrafos que tengo. En mi mente veo varias letras que brincan, es como si una palabra específica se deshiciera. No estoy segura qué tan bien estructurada quedará esta pequeña historia que estoy escribiendo, sin embargo, me estoy arriesgando porque temo perder la habilidad que tanto alivio me ha traido.
Hace varios meses que el Sr. Lupus ha permanecido profundo, por ello, no hay dolor, los riñones marchan de maravilla, el cabello crece a paso lento, pero al menos no se cae. Me gusta caminar, no me canso, no he subido de peso, no tomo corticoides, cada vez son menos medicamentos porque de alguna forma, todo va nivelándose. Pensar, escribir, leer, expresarme, recordar pendientes o acciones que decido en un momento dado hacer, ha sido una lucha que ya va para 5 meses.
Según Lupus Foundation of América, la neblina lúpica o disfunción cognitiva afecta a quienes padecen lupus leve o moderado. Las causas por las que los síntomas aparecen y desaparecen son desconocidas y nos hacen sentir frustrados. ¡Definitivamente! Me molesto cuando no logro recordar algo que se supone, manejo con cierto grado de experticia, como el nombre de un libro, un autor o una película.
Lo que no apunto en mi programador, no lo recuerdo, aunque últimamente confundo fechas, números y horarios. Si el martes debía enviar un paquete, el miércoles despierto segurísima de que es el día. He intentado terminar dos libros, pero en realidad no recuerdo ni los personajes. Me frustra no poder contarle al otro lo interesante que está la historia si ni siquiera sé cómo explicarla.
Me ha sucedido con frecuencia, que estoy hablando, muy emocionada sobre alguna experiencia, quizás en un viaje; en mi mente está el escenario, llego a ver las palabras sobre los edificios que intento describir, pero cuando voy a pronunciarlas, veo como se esfuman. Primero, se separan en forma de ondas y en pocos segundos solo alcanzo a identificar dos o tres letras. En ese momento, solo me queda decir, "tengo en la mente el nombre, es algo con P.. " Puede que lo recuerde más tarde, pero no me gusta esa sensación olvidadiza, como si mi edad cerebral fuese mayor y nunca hubiese sido una persona estudiosa, que ama leer y escribir, que disfruta inventar rimas con sus sobrinos y tener la mente activa de cualquier forma.
A partir de hoy intentaré corregir y terminar algunos de los textos que tengo guardados en borrador pero, que finalmente, no publiqué en este blog. Varios quedaron en dos párrafos que se desviaron del tema. Otros, solo quedaron con una imagen y jamás logré comenzarlos.
Esta no es la primera vez que la neblina lúpica me aborda, y si en realidad se desconoce qué la causa, espero que mi neurólogo en la próxima cita de control me dé su opinión al respecto y que mediante exámenes pueda, de alguna manera, darme ánimos y reconfirme que es temporal.
El lupus y sus misterios...
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