Palabras nuevas

Los que me conocen bien saben que siempre busco aprender nuevas palabras y que es inevitable no corregir a quien se equivoca. Lo reconozco, ese es mi lado insoportable, aún así, terminan agradeciéndome por lo aprendido.

Lo curioso es que mi diagnóstico ha sido una manera de aprender nuevos términos, de hecho, la primera vez que escuché "lupus", fue aquel día en que el médico internista me lo dijo intentando sonreír para no causarme preocupación y yo también le sonreía relacionándolo ingenuamente con palabras que me sonaban similares, como pus. Desde ese día, mi léxico aumentó y cada vez que tengo un brote (esta ha sido una de las palabras aprendidas), aparece una nueva palabra que, aunque parezca difícil de pronunciar para otros, me he vuelto experta hasta deletreando.

La cuestión es, que si comprendes los términos, va a ser más sencillo involucrarte con tu diagnóstico y de paso entender a los médicos. En mi caso, estas han sido las palabras más frecuentes en mi léxico desde hace 9 años:

brote, inmunológico, sistémico, anticuerpos, mononucleosis, ANAS, examen anticoagulante con víbora de Russell, creatinina, vasculitis, neblina lúpica, costocondritis, nefritis, sindrome de Sjorgen, sindrome de Raynaud, petequias, eritemas, púrpura idiopática trombocitopénica, entre otras.

Ni hablar de los nombres genéricos y comerciales de los medicamentos; se vuelven de repente parte de tu vida y los pronuncias con tal rapidez, que parece que has convivido con ellos desde el preescolar.

No son solo los nuevos términos, en realidad lo importante aquí es conocer tanto de tu diagnóstico que puedas comprender cada vez mejor lo que los médicos te dicen y darte cuenta de la seriedad que representa el lupus en tu vida.

Hoy puedo decir que aunque algunas de esas palabras me atemorizan y buscar en la web las hacen aún más dramáticas, sé con certeza a qué me enfrento y qué cuidados tener. De nada sirve ignorar por miedo, creo firmemente que leer sobre el lupus me da más valor y entendimiento sobre el tratamiento que llevo y en los momentos en que quisiera renunciar a las medicinas para no tener más efectos secundarios, puedo ser racional y no desistir.