Lobito inactivo

Hace unos días recibí una de las mejores noticias que un paciente con mi diagnóstico puede tener: lupus eritematoso sistémico inactivo. No niego que ese ha sido uno de mis mejores días en los últimos meses, porque sentí que todo el "aguante" físico, el desprendimiento material, la oración diaria, los cambios alimenticios, el ejercicio y la lectura, comenzaban a tener resultados favorables y que con paciencia, todo era posible.

Aún así, la inactividad de la enfermedad no significa que esté curada. Si llego a descuidarme con la alimentación, el estilo de vida saludable que incluye no tener pensamientos negativos que me lleven a un nuevo brote, el lupus sin piedad despertaría causando lo impensable. Aunque es una buena noticia, no podemos cantar victoria. Solo es un punto a favor que me indica que puedo llevar una vida casi normal, pero que el lupus es parte de mi y que hay que aprender a vivir con el enemigo, conocer sus debilidades y tener el total control.

Tengo muy claro que el lupus es una enfermedad crónica, es decir, no tiene cura; pero su inactividad da esperanzas, aumenta la fe en Dios e incrementa esa fuerza interior que poco sale a flote cuando todo es color rosa (aparentemente).

Hoy siento que mis células empiezan a amarse de nuevo, que mi interior se establece, busca un equilibrio necesario; pero un mínimo descuido, donde la única responsable soy yo, causaría un brote en el que sería difícil predecir las consecuencias. En otras palabras, la inactividad me indica que tengo posibilidades de vivir y hacer planes de nuevo, pero ese cambio de mentalidad y de fortaleza que he venido creando, no tiene marcha atrás. Que he tenido muchos años para entender lo valiosa que soy, pero me he distraído y he dejado pasar oportunidades, me he contaminado con personas y situaciones a mi alrededor que me desviaron de mis propósitos; no hay cura médica ni científica, pero al no haberla, me obligo a curarme yo misma, por medio de mis emociones.

No hay cura, pero aún así, hay vida. Tú verás que haces con ella.