Última oportunidad...
Actualizado: 23 nov 2021
Hace un par de meses sentí que eran los últimos días de mi vida. Tuve premoniciones que me indicaban que la hora de dejar este mundo se acercaba; el lupus lentamente hacía de las suyas en mi interior y dejaba algunas pistas en mi piel, que pude haber descifrado mejor si no estuviera tan distraída en aquellos días. Cuando ya llevas 9 años conviviendo con una enfermedad como esta, se supone debería ser más sencillo saber cuando llega un brote, pero en ocasiones estamos tan inmersos en otras situaciones que sucumbes de nuevo a él, lo dejas ganar, te rindes.
En todo este tiempo, leer y escribir han mantenido mi cerebro alerta. Comencé un par de libros que dejé en el camino por sentir tedio, otros aún los leo y escribo a diario para una revista de deportes, en la que he tenido que aprender sobre el tema ya que no es mi especialidad, pero en donde disfruto de la teoría y aplico una que otra cosa que en mi vida con el lupus; han sido de gran valor. Sin embargo, sentía que de alguna manera debía sacar todo lo que el lupus me ha causado y me ha hecho aprender a la fuerza; he conocido en este tiempo otras mujeres que lidian con la enfermedad con éxito y otras que aún no logran hallar el sentido de su nueva vida. De alguna manera, he estado en contacto con ellas, aprendemos juntas e intento como buena maestra enseñarles lo que he podido vivir estos años, ¡pero nada como el placer de sentarme a escribir!
Así que, sin pretender ser médico, psicóloga o guía espiritual, desde mi rol como mujer con diagnóstico de lupus eritematoso sistémico que aún intenta vencer esta enfermedad, que ha tenido momentos en que ha deseado terminar con todo pero que hoy tiene grandes motivos para ganar esta batalla, decidí comenzar este blog en el que espero ocupar parte de mis días en los que, por incapacidad laboral, me sobran horas de ocio. Aunque han sido 9 años de altibajos, es la primera vez que tomo la decisión de dejar por escrito mis experiencias, de contar situaciones que no permitían sanar mi cuerpo y que hoy, un poco más tranquila y en paz conmigo misma, sé que serán parte de mi proceso. Yo soy quizá quien más necesitaba este blog, y mientras desee llenarlo, haré que esta nueva oportunidad que me ha dado Dios, valga la pena.
Esta es mí última y única oportunidad de contar mi historia, ¡y será un placer compartirla!
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